lunes, 26 de enero de 2009

Hay días especiales

A G-U, o a J.
Hay días especiales aunque a simple vista son días comunes. Pero claro, ese carácter especial sólo es percibido por mí mismo. Los otros no se dan cuenta de nada y resultaría inútil intentar transmitir algo de esa particularidad. No me entenderían. No podría explicarles lo sutil de este día porque incluso en este momento en que te estoy escribiendo, ni yo mismo sé cómo decirlo. Digamos que todo tiene que ver con ver y comprender. Es algo así como ver una película que omitió escenas pero que en un momento dado, el desarrollo mismo de la trama, te permite encontrar cierta coherencia. Algo que no se entendía muy bien o que se prestaba a distintas interpretaciones, cobra sentido aunque te deja con un sabor de incertidumbre.
Claro... pero ¿quién está seguro de como se va a ser el desenlace? Hace muchos años las películas siempre acababan bien... hoy podemos llegar a tener finales infelices. Aunque yo creo que lo importante es disfrutar de las escenas, de las imágenes y también de lo que se transmite. El desenlace... pues irá surgiendo y tal vez forme parte del desarrollo de esa historia.
Pero no niego que hay momentos en que la trama te calienta la sangre y cruzas los dedos para que la historia vaya por determinados carriles. Seguramente es el niño ilusionado que llevo dentro de mí el que me pide un final feliz. O al menos un final que abra posibilidades a otra historia. Es importante creer en que habrá otra historia. Siempre habrá otras historias. Sólo hay que darles tiempo, aunque nos resulte difícil... las prisas de un mundo muy vertiginoso nos desaniman un poco.
Pero he aprendido a no perder de vista cosas que considero importantes, la honestidad, por ejemplo y detalles que hacen que más allá de las historias y películas, hoy haya sido un día especial.
Hoy te vi sonreír.